domingo, 8 de diciembre de 2013

La Virgen: Realidad, leyenda y mitología


El Día de la Inmaculada Concepción es un buen momento para recapitular información con respecto a la Virgen María. Este personaje es clave en la fe cristiana, sobre todo en la católica. Su figura representa cabalmente a la mitología cristiana. Por empezar una aclaración: La Inmaculada Concepción no hace referencia a la concepción de Jesús, sino a la de María. Según la doctrina católica María también nació pura y sin pecado.

A pesar de la central importancia que tiene en la doctrina cristiana, la virgen es nombrada muy pocas veces en la Biblia. De los evangelios solo Mateo y Lucas recogen el relato de la concepción virginal de Jesús y su nacimiento (aunque con matices diferentes). Marcos y Juan no hacen ninguna referencia al hecho de que Jesús haya nacido de una virgen. Este último recoge un relato de Jesús haciendo el milagro de transformar agua en vino con María presente (Juan 2).

En otras oportunidades el propio Jesús le quita mérito a su madre. Considera que su verdadera familia ("mi madre y mis hermanos") son sus seguidores (Mateo 12:46-50) y afirma que quienes obedecen la Palabra de Dios son más benditos y bienaventurados que incluso su propia madre (Lucas 11:27-28).

Finalmente María aparece presenciando la crucifixión de su hijo (Juan 19:25) y su posterior ascensión (Hechos 1:14). De ahí en más no vuelve a ser nombrada en el Nuevo Testamento. Y de hecho los escritores cristianos de los primeros siglos apenas la nombran. De hecho Pablo de Tarso, el primer teólogo y el autor de los primeros escritos del Nuevo Testamento, no la nombra en ninguna de sus epístolas y ni siquiera hace la menor referencia a una concepción o nacimiento virginal.

Realmente son muy pocas las ocasiones en las que se la nombra en comparación con la enorme importancia que tiene en la Iglesia Católica. ¿De dónde sale entonces tanta idolatría?

No hay que ser experto para darse cuenta que el origen de ese culto se encuentra en el sincretismo religioso. La mayor parte de las religiones de la antigüedad tenían dioses madres, esposa o madre del dios o los dioses principales. María cumple con ambas cosas: Es la madre del semidiós Jesús y también es nombrada reina.

Ideas como la Inmaculada Concepción de María, los relatos de su nacimiento y de sus padres, su perpetua virginidad (la Biblia habla de los hermanos de Jesús), su resurrección y ascensión a los cielos, su coronación como Reina de los Cielos. Todo eso no aparece en ningún lado del Nuevo Testamento ni de las tradiciones cristianas más antiguas. Son simplemente paganismo disfrazado. Se reemplazan los nombres de las antiguas diosas por el de María.

Incluso en el Antiguo Testamento se habla del culto la diosa mesopotámica Ishtar llamándola "reina del cielo" (Jeremías 7:18, 44:17-19), término bastante similar al de Reina de los Cielos que los católicos utilizan para la Virgen.

Todo esto sin dejar de lado que la misma narración de Jesús siendo concebido por una virgen ya es mitológica, un sincretismo que combina elementos del judaísmo con mitologías grecorromanas. Pero eso se verá en otro artículo.

En resumen, tenemos un caso de un relato mitológico, el de la concepción virginal de Jesús. Y posteriormente un culto pagano hacia la Virgen. Otra muestra más del sincretismo cristiano.

viernes, 6 de diciembre de 2013

El carácter provisorio del conocimiento científico


Muchas veces quienes descreen de la ciencia basados en ideas posmodernas anti-científicas aseguran que el conocimiento científico no es confiable por ser provisorio, por no ser perfecto y porque "lo que hoy se tiene como cierto puede ser demostrado erróneo mañana". De allí que se agarren de términos como falsabilidad o paradigmas y los usen fuera de contexto.

Por supuesto que quienes hablan en esos términos no tienen ni la menor idea de que como funciona la ciencia y solo buscan ponerla a la par de la religión o la superstición en una suerte de nihilismo extremo. De desconfiar no solo de los dogmas, sino también de los "dogmas" científicos. No es raro que mucha gente presuntamente progresista o de izquierda crea estas ideas tan nocivas y retrógradas.

Como es muy fácil caer en estas cosas es necesario aclarar algunos términos. El conocimiento científico es provisorio, es cierto. Pero es su mayor virtud por ser perfectible y no quedarse en falacias de autoridad. Todo el conocimiento científico que hoy circula en los ámbitos académicos es susceptible de ser refutado.

Esto quiere decir que "lo que hoy se tiene como cierto" mantiene ese estatus por haber sido confirmado experimentalmente. Pero si el día de mañana se logra demostrar que es erróneo o si se encuentra algún hecho para el cual las teorías vigentes no alcancen para explicar sencillamente se modifica. No hay una necesidad imperiosa de mantener el conocimiento científico como un dogma y que todo tenga que amoldarse al mismo. Si algo no se amolda entonces el conocimiento está quedando obsoleto y es hora de reemplazarlo.

Y no se reemplaza por otro dogma, sino por teorías que estén bien fundamentadas y que tengan la suficiente comprobación empírica. Los llamados paradigmas se construyen de forma racional. No se reemplaza un esquema de teorías porque si, ni se lo reemplaza por cualquier cosa. En los cambios tiene que primar la razón y la investigación.

En otras palabras, no hay nada más revolucionario que la ciencia. No hay dogmas. No hay verdades eternas. No hay falacias de autoridad. Todo se cuestiona, todo se pone a prueba, todo se comprueba mediante experimentos y observación. Existe revisión entre pares y cada conocimiento nuevo que se obtiene enriquece los conocimientos vigentes, ya sea para reconfirmarlos o rectificarlos.

Alguno dirá ¿pero entonces cómo podemos confiar en el mismo? Se puede y se debe confiar en el conocimiento científico vigente, claro que si. Porque hasta la fecha no ha sido superado. Y si no lo fue es porque no hay pruebas reales y empíricas que lo contradigan. Por lo tanto podemos confiar plenamente.

Por lo tanto, ni el conocimiento científico es dogmático ni tampoco es algo que se acepte porque sí. Es un esquema de conocimiento abierto y siempre dispuesto al cambio. Y no es "la verdad". Es sencillamente verídico.

martes, 3 de diciembre de 2013

Medicinas alternativas y legislación argentina


¿Qué se puede decir sobre la homeopatía, la magnetoterapia, la acupuntura, las flores de Bach y otras pseudomedicinas desde el punto de vista legal en la Argentina?

A pesar de que, en líneas generales, tienen buena salud (valga el juego de palabras) y que incluso muchos médicos las aprueban y recetan, lo cierto es que, legalmente hablando, no tienen sustento. Incluso se podría decir que son ilegales.

Al respecto vamos a las leyes nacionales que rigen en todo el territorio. La ley 17.132 de ejercicio de la medicina es muy clara al respecto:

ARTÍCULO 20: Queda prohibido a los profesionales que ejerzan la medicina:

Anunciar o prometer la curación fijando plazos;

Anunciar o prometer la conservación de la salud;

Prometer el alivio o la curación por medio de procedimientos secretos o misteriosos;

Anunciar procedimientos, técnicas o terapéuticas ajenas a la enseñanza que se imparte en las Facultades de Ciencias Médicas reconocidas del país;

Anunciar agentes terapéuticos de efectos infalibles;

Anunciar o aplicar agentes terapéuticos inocuos atribuyéndoles acción efectiva;

Aplicar en su práctica privada procedimientos que no hayan sido presentados o considerados o discutidos o aprobados en los centros universitarios o científicos reconocidos del país;

Practicar tratamientos personales utilizando productos especiales de preparación exclusiva y/o secreta y/o no autorizados por la Secretaría de Estado de Salud Pública;

Anunciar por cualquier medio especializaciones no reconocidas por la Secretaría de Estado de Salud Pública;

Anunciarse como especialista no estando registrado como tal en la Secretaría de Estado de Salud Pública;

Expedir certificados por los que se exalten o elogien virtudes de medicamentos o cualquier producto o agente terapéutico de diagnóstico o profiláctico o dietético;

Publicar falsos éxitos terapéuticos, estadísticas ficticias, datos inexactos o cualquier otro engaño;

Realizar publicaciones con referencia a técnicos o procedimientos personales en medios de difusión no especializados en medicina;


Otra ley, la ley 16.463 de medicamentos dice lo siguiente:

Artículo 3° - Los productos comprendidos en la presente ley deberán reunir las condiciones establecidas en la Farmacopea Argentina y, en caso de no figurar en ella, las que surgen de los patrones internacionales y de los textos de reconocido valor científico.

El titular de la autorización y el director técnico del establecimiento serán personal y solidariamente responsables de la pureza y legitimidad de los productos.


Los medicamentos homeopáticos no figuran en las farmacopeas tradicionales. Por eso arman Farmacopeas Homeopáticas. Y por supuesto que no tienen ninguna clase de reconocimiento en ninguna publicación científica. Esa misma ley en su artículo 19 establece que queda prohibido vender "productos impuros o ilegítimos" en farmacias.

Para finalizar no podemos dejar de citar al Código Penal, el cual dedica un capítulo entero a los delitos relacionados con la salud o la medicina. A continuación su transcripción, para que quede en claro como la pseudomedicina roza la ilegalidad:


ARTICULO 200. - Será reprimido con reclusión o prisión de TRES (3) a DIEZ (10) años y multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000), el que envenenare, adulterare o falsificare de un modo peligroso para la salud, aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de personas.

ARTICULO 201. - Las penas del artículo precedente se aplicarán al que vendiere, pusiere en venta, suministrare, distribuyere o almacenare con fines de comercialización aguas potables, sustancias alimenticias o medicinales o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo.

ARTICULO 201 bis. - Si como consecuencia del envenenamiento, adulteración o falsificación de aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales, resultare la muerte de alguna persona, la pena será de DIEZ (10) a VEINTICINCO (25) años de reclusión o prisión; si resultaren lesiones gravísimas, la pena será de TRES (3) a QUINCE (15) años de reclusión o prisión; si resultaren lesiones graves, la pena será de TRES (3) a DIEZ (10) años de reclusión o prisión.

En todos los casos se aplicará además multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000).

ARTICULO 202. - Será reprimido con reclusión o prisión de tres a quince años, el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.

ARTICULO 203. - Cuando alguno de los hechos previstos en los artículos anteriores fuere cometido por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los deberes a su cargo, se impondrá multa de PESOS CINCO MIL ($ 5.000) a PESOS CIEN MIL ($ 100.000); si tuviere como resultado enfermedad o muerte se aplicará prisión de SEIS (6) meses a CINCO (5) años.

ARTICULO 204.- Será reprimido con prisión de SEIS (6) meses a TRES (3) años el que estando autorizado para la venta de sustancias medicinales, las suministrare en especie, calidad o cantidad no correspondiente a la receta médica, o diversa de la declarada o convenida, o excediendo las reglamentaciones para el reemplazo de sustancias medicinales, o sin la presentación y archivo de la receta de aquellos productos que, según las reglamentaciones vigentes, no pueden ser comercializados sin ese requisito.

ARTICULO 204 bis.- Cuando el delito previsto en el artículo anterior se cometiere por negligencia, la pena será de multa de PESOS CINCO MIL ($ 5.000) a PESOS CIEN MIL ($ 100.000).

ARTICULO 204 ter.- Será reprimido con prisión de UNO (1) a CUATRO (4) años y multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000), el que produjere o fabricare sustancias medicinales en establecimientos no autorizados.

ARTICULO 204 quater.- Será reprimido con multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000), el que teniendo a su cargo la dirección, administración, control o vigilancia de un establecimiento destinado al expendio, almacenamiento, distribución, producción o fabricación de sustancias medicinales, a sabiendas, incumpliere con los deberes a su cargo posibilitando la comisión de alguno de los hechos previstos en el artículo 204.

ARTICULO 204 quinquies: Será reprimido con prisión de SEIS (6) meses a TRES (3) años el que sin autorización vendiere sustancias medicinales que requieran receta médica para su comercialización.

ARTICULO 205. - Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia.

ARTICULO 206. - Será reprimido con prisión de UNO (1) a SEIS (6) meses el que violare las reglas establecidas por las leyes de policía sanitaria animal.

ARTICULO 207. - En el caso de condenación por un delito previsto en este Capítulo, el culpable, si fuere funcionario público o ejerciere alguna profesión o arte, sufrirá, además, inhabilitación especial por doble tiempo del de la condena. Si la pena impuesta fuere la de multa, la inhabilitación especial durará de un mes a un año.

ARTICULO 208. - Será reprimido con prisión de quince días a un año:

1º El que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare o aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aun a título gratuito;

2º El que, con título o autorización para el ejercicio de un arte de curar, anunciare o prometiere la curación de enfermedades a término fijo o por medios secretos o infalibles;

3º El que, con título o autorización para el ejercicio de un arte de curar, prestare su nombre a otro que no tuviere título o autorización, para que ejerza los actos a que se refiere el inciso 1º de este artículo.

jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Jesús murió por mis pecados? Bien por él


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)

Ese versículo bíblico es en si mismo un resumen de gran parte de la doctrina cristiana. La idea es bastante sencilla y lógica: Para que nosotros seamos salvos Dios envió a su Hijo (quien también es Dios) para que muera por nuestros pecados. Nosotros somos todos pecadores y malvados y somos imperfectos, por eso merecemos ser castigados. Pero para evitar ese castigo vino Jesús a ser torturado y golpeado en la cruz, morir y entonces ocupar nuestro lugar.

Después vino su resurrección y presuntamente la resurrección de todos los cristianos en el futuro. Pero eso quedará para otra oportunidad. En esta oportunidad vamos a analizar puntualmente el sacrificio cristiano, su redención.

¿Qué podemos acotar desde nuestra lógica escéptica humanista secular y racional?

1_Que alguien entregue a su hijo para salvar a los demás pudiendo no hacerlo, ya que Dios es omnipotente y omnisciente, es completamente repulsivo.

2_En varias oportunidad de las Escrituras hebreas se deja en claro que la obediencia es mejor que los sacrificios (1 Samuel 15:22-23, Oseas 6:6). Incluso el propio Jesús lo repite (Mateo 12:7). Más información para confirmar que el sacrificio era innecesario.

3_No resulta lógico en lo absoluto creer que para irnos al cielo tenemos que afirmar que un hombre-dios hace casi 2000 años fue torturado y ejecutado.

4_En todo caso ¿qué tenemos que nosotros con eso? Si a un tipo se le ocurre morir en lugar nuestro sin que nosotros se lo pidamos ni que haya motivo real para que lo haga no tenemos porque hacernos cargo.

5_Yo no creo ser merecedor de ser torturado con látigos, golpes, clavos y una corona de espinas. Ni tampoco creo que nadie lo merezca. Por eso el sacrificio de Cristo me resulta también exagerado. Mucho menos creo ser merecedor del infierno.

6_Si supuestamente Dios nos "regala" esa capacidad de salvación sin habernos consultado tenemos todo el santo derecho del mundo a rechazarlo. Más cuando, desde consideraciones éticas, no podemos aceptarlo.

7_Supongamos que sea verdad que Jesús sufrió todo lo que teníamos que sufrir nosotros. Entonces ¿qué necesidad de que exista un lugar como el infierno? El sacrificio ya se hizo.

8_Lo mejor de todo: El Dios misericordioso nos pone dos opciones. O aceptamos ese sádico y macabro sacrificio. O una eternidad en el infierno.


Por lo tanto, aparte de ilógico es repudiable. Y nos presenta no a un Dios amoroso sino a un Dios bastante psicótico.

Y esto es el fundamento de todas las doctrinas cristianas. Juzgue el lector como será la doctrina si esa es su base.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Orgullo primate


El 24 de noviembre de 1859 Charles Darwin publicó El origen de las especies. Con esta obra nace la biología evolutiva y nace entonces gran parte de la ciencia actual. La selección natural, la supervivencia del más apto, la especiación, todo eso comenzó a desarrollarse. Y el ser humano no iba a quedar afuera de esto.

Con la revolución científica de Copérnico, Galileo, Kepler y Newton nuestro planeta dejó de ser algo especial. Pasó a ser un cuerpo celeste más en un inmenso universo el cual era, en gran medida, desconocido. Una verdadera revolución que trastocó nuestra concepción sobre nosotros mismos.

Y esa segunda revolución vino con la evolución. Desde las primeras ideas evolucionistas en adelante, pasando por la fundamental importancia de la obra de Darwin, se conformó un esquema sobre el desarrollo de la vida humana, junto a la de otros animales. Por supuesto que en muchos aspectos somos "la única especie capaz de" (aunque cada vez esas capacidades únicas son menos), pero no somos especiales, ni tenemos ninguna corona, ni tenemos una forma de creación especial.

Por eso es importante saber que somos primates, que somos mamíferos, que somos vertebrados, que, en resumen, somos animales, con órganos vestigiales y otras especies con un alto grado de parentesco (chimpancés). Que no nacimos como ángeles o semidioses o con designios divinos. Fuimos fruto de procesos químicos y biológicos. Y la biología evolutiva, lejos de convertirse en una verdad religiosa, fue también cambiando conforme a los nuevos descubrimientos y teorías.

Fue un paso importante. El modelo del universo y la evolución luego serían complementados y ampliados por la astrofísica para explicar el origen del universo y la abiogénesis para explicar el origen de la vida. Un largo camino hacia la eliminación de los dogmas religiosos y las ideas metafísicas. Un puñal en la espalda de los dioses. Un puñal que de aquel entonces, hasta el día de hoy, se sigue metiendo más profundo.

El orgullo primate es, entonces, reconocernos como animal y buscar nuestro origen como especie sin buscar algo más arriba. Un punto de partida para el progreso como especie, porque no se puede terminar bien si comienza mal. Si comenzamos como una creación especial de dios nada puede terminar bien.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La persistencia criminal de la homeopatía


Hace unos días fue publicada en una revista de cultura una mini-entrevista que le hicieron a Eduardo Yhabes. Este sujeto que la mayoría del público debe desconocer es un zorro viejo de la pseudociencia argentina. Preside la Asociación Homeopática Argentina.

Recordemos que la homeopatía es una de las pseudomedicinas más peligrosas. No solo porque sus postulados (ley de similitud, memoria del agua) sean solo macaneo pseudocientífico, sino por los efectos que trae. Por un lado, lejos de ser inocua, puede también llegar a ser mortal. Y por otro, sus principales promotores son los que promueven peligrosas ideas en contra de la medicina convencional.

Por ejemplo, el propio Yhabes es a su vez el principal promotor de la "libre vacunación", que no es otra cosa que levantar estupideces en contra de las vacunas que pueden poner en riesgo la vida de mucha gente, incluso de niños.

Yendo a la entrevista concedida, el señor Yhabes disfraza su "ciencia" con definiciones metafísicas y frases que suenan rimbombantes: "Desde este principio unicista se comprende al ser humano como una totalidad: es uno solo en cuerpo y en mente; en materia y energía que anima la materia" y agrega que "la homeopatía busca la liberación de las ataduras producidas por su desarmonía vital, para que el paciente pueda manifestar su verdadera esencia en libertad y plenitud". Todos términos que nada tienen que ver con ninguna investigación científica seria.

Para cerrar la entrevista nuestro investigador nos tira la siguiente bomba: Todos aquellos médicos que fueron asignados a la tarea de investigar la homeopatía para desacreditarla, terminaron convirtiéndose en eximios homeópatas hasta su muerte. Tal como aconteció con Costantino Hering y entre nosotros con el doctor Luis Maglioni, quien presentó (en el año 1878) su tesis en contra de la homeopatía.

¡Pero que bárbaro! Ahora si estoy convencido: La homeopatía es científica porque "todos" los que investigaron el tema se terminaron convirtiendo.

Nos nombra a dos personajes bastante oscuros dentro de lo que es la medicina y de los cuales la mayoría de la comunidad médica nunca escuchó. El primero es un tal Constantino Hering, el cual si uno lo busca en Google obtiene como resultado referencias en sitios de homeopatía o terapias alternativas. Es decir, la comunidad científica no lo reconoce. Y el otro es Luis Maglioni, del cual no se obtiene nada. Evidentemente su trabajo de 1878 no debió tener mucho prestigio. Curiosamente ambos "científicos" son del siglo XIX. Imagino que dentro de ese "todos aquellos médicos" habrá algunos más actuales. Digamos de los últimos 120 años.

Muy por el contrario Yhabes olvida referirse a la refutación a la publicación de Benveniste u otras decenas de publicaciones que refutan la homeopatía y sus principios básicos. Lo cierto es que hasta la fecha no ha sido fehacientemente comprobada y todas las evidencias apuntan en su contra.

Hace unos años gracias a una campaña que encabezó Mario Bunge se suspendieron los cursos de homeopatía de la Universidad de Córdoba. Esperemos que esta peligrosa pseudociencia siga en su estado marginal y no crezca.

La importancia de enfrentar a los dogmas racionalmente


Una de las características principales de la revolución científica que comenzó en el siglo XVI y se extiende, en mayor o menor medida, hasta comienzos del siglo XX, fue el de cambiar totalmente los paradigmas. Es cierto que en toda revolución científica se produce un paso de la "ciencia normal" a un nuevo paradigma, pero en el caso del proceso antes mencionado fue un cambio total. Se dejaron de lado totalmente los dogmas autoritarios basado en un nuevo método. Ese método no era otro que el método científico.

Por supuesto que casi todos los descubrimientos y teorías de aquel entonces fueron en su mayoría modificados, o en algunos casos, refutados y reemplazados por otros. Pero eso fue conforme al desarrollo científico y basado en los principios surgidos de aquella revolución. La observación, la formulación de preguntas, la búsqueda de respuestas mediante la experimentación y la comprobación, la formulación de hipótesis. Todo eso en el marco de un conocimiento científico acumulable y una comunidad científica encargada de revisar e incorporar los nuevos descubrimientos.

¿Qué son los dogmas? Podemos definirlo como los fundamentos o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión. Por ser fundamentales, en consecuencia, se infiere que son la verdad.

El método científico y racional (doctrina filosófica que sostiene que la verdad puede ser descubierta mediante la razón y el análisis de los hechos más que a través de la fe, el dogma o la enseñanza religiosa) es lo más revolucionario que puede haber. Es la mejor manera de analizar lo que se considera verdadero y de, en caso de que sea refutado, dejarlo de lado. La constante búsqueda de preguntas y cuestionamientos, la contrastación con la realidad para la conformación de hipótesis y la revisión por pares son las claves para desechar, modificar o incorporar conocimientos.

¿Por qué el método científico y el análisis racional es la mejor manera? Por la sencilla razón de buscar fundamentos en la realidad, aspirar a la objetividad de manera de que todos vean como llegar a esas conclusiones, y someterse al examen por parte de la comunidad especializada para justamente alcanzar esa objetividad. En caso de que el conocimiento científico que reemplazó al dogma sea demostrado erróneo por no alcanzar para explicar o describir la realidad, ese mismo conocimiento se vuelve obsoleto y es modificado o reemplazado por otro conocimiento científico con las mismas características.

Pero no hay que caer en el otro extremo. Por eso en el título del artículo aclaro la necesidad de enfrentarlos "racionalmente". La postura nihilista tan común en la posmodernidad de negar absolutamente todo no sirve para nada. No construye nada ni posibilita el progreso. Eso debido a que esa negación de los dogmas se convierte... ¡en un dogma!

Al descreer del método científico racional se descree de la mejor manera que tiene el hombre para entender y modificar su realidad. Si no podemos confiar en nuestra racionalidad ¿en qué podemos confiar? Directamente en nada.

En conclusión, la única manera en que este mundo va a progresar es con una mentalidad humanista secular racional que descrea de los dogmas pero al mismo tiempo busque la verdad de forma metódica y sistemática. No descreer solo por descreer sin fundamentos, y en todo caso, si se descree algo, dar mejores razones. De lo contrario no hay progreso.

viernes, 15 de noviembre de 2013

La Iglesia y el Código Civil


Son tiempos en la Argentina de reformas legales importantes. Estamos debatiendo la reforma al Código Civil y su unificación con el Código Comercial.

Más allá del debate político y social al respecto de las reforma hemos visto recientemente otra vez a las injerencias de la Iglesia en la política. Acaso envalentonados por su socio en el Vaticano los curas locales expresaron su preocupación por los dos principales puntos de conflicto del proyecto: La fertilización asistida y el divorcio.

Con respecto a los métodos de fecundación, el proyecto incluye en el Código y regula la fertilización asistida y la gestación post-mortem. Pero por presiones de la Iglesia se quitó del proyecto la "Gestación por sustitución", es decir, el alquiler de vientres.

"La maternidad y la paternidad quedarán desfiguradas con la denominada voluntad procreacional. Se legitima, por un lado, la promoción del alquiler de vientres que cosifica a la mujer y, por otro, el congelar embriones humanos por tiempo indeterminado pudiendo ser estos descartados o utilizados con fines comerciales y de investigación" argumentan los curas haciendo gala de su tradicional y retrógrada visión de las cosas. La defensa de "la familia" y también la negativa a que los embriones sean usados para la investigación, olvidando que esas investigaciones pudieran servir en el futuro para mejorar la salud.

El otro aspecto ríspido fue el de los divorcios. La Iglesia se opuso al llamado "divorcio express", que puede ser solicitado por uno de los cónyugues y sin un mínimo de tiempo necesario antes de realizar el trámite. La Iglesia protestó, pero igualmente salió.

Por último, se reitera la definición de "existencia" a partir de la concepción, una declaración retrógrada que coincide con la Constitución. Sin embargo, en los casos de fertilización asistida, se considera "persona" a partir de la inseminación, lo cual es otro revés a los intereses eclesiásticos. De todas maneras fue un retroceso la modificación del artículo 57 que si permitía las prácticas en embriones que pudieran evitar trastornos genéticos.

Celebramos desde aquí que no se tome en cuenta al lobby de los curas, aunque alertamos también que el hecho de haber cedido en una cosa pueda ser precedente para ceder en otras. Esperamos que el alquiler de vientres finalmente sea incluido.

ACTUALIZACIÓN 21/11
Un retroceso: Se va a considerar persona desde el estado embrionario aún en los casos de los no implantados. Esto no hace más que generar ambigüedades y malos entendidos. Por otro lado, el lobby católico está más fuerte que nunca con el nuevo Jefe de Gabinete, un anti-abortista y homofóbico confeso.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Cuando la ciencia se equivoca



La revista inglesa The Economist publicó un artículo advirtiendo sobre los peligros que enfrenta la Ciencia si no se cuestiona lo suficiente a sí misma. La importancia de los experimentos y la confirmación.

Hay una idea simple detrás de la Ciencia: “Confía, pero verifica”. Los resultados deberían siempre ser desafiados por experimentos. Esa idea simple pero poderosa generó un vasto cuerpo de conocimiento. Desde su nacimiento en el siglo XVII, la Ciencia moderna ha cambiado al mundo drásticamente, y en su gran mayoría para mejor. 

Pero el éxito puede generar complacencia. Los científicos modernos están confiando mucho y no verifican lo suficiente, en detrimento de toda la Ciencia y de la humanidad.

Demasiados de los descubrimientos que se dan a conocer son el resultado de experimentos de poca calidad o análisis pobres. Una regla general entre los capitales emprendedores (venture capitalists) es que la mitad de las investigaciones publicadas no se pueden replicar. Incluso esta estimación puede ser optimista. El año pasado, investigadores de una compañía de biotecnología, Amgen, concluyeron que podían reproducir sólo seis de los 53 estudios más importantes de las investigaciones sobre el cáncer. Antes, un grupo de análisis de Bayer, una compañía de medicamentos, logró replicar sólo un cuarto de 67 papers importantes. Un científico de la computación se inquieta porque tres cuartos de los papers en su campo no tienen respaldo. Entre el año 2000 y 2010, alrededor de 80 mil pacientes fueron parte de pruebas clínicas basadas en investigaciones que después fueron descartadas por errores. 

Incluso cuando las investigaciones fallidas no ponen en riesgo la vida de personas -y la mayoría no llegan a hacerlo- se desperdicia dinero y el esfuerzo de algunas de las mejores mentes. Los costos de oportunidad del progreso que se impide son difíciles de cuantificar, pero probablemente son enormes. Y podrían estar aumentando. 

Una razón es la competitividad de la Ciencia. En los años ‘50, cuando la academia moderna tomó forma después de sus éxitos en la Segunda Guerra Mundial, la Ciencia todavía era la ocupación de unos pocos. La cantidad de científicos en el mundo llegaba apenas a unos cientos de miles. A medida que fueron creciendo -alrededor de 6 a 7 millones de investigadores según los últimos relevamientos-, los científicos han perdido el gusto por el automonitoreo y el control de calidad. La obligación de “publicar o morir” ha llegado a reinar sobre la vida académica. La competencia por los trabajos es feroz. Un profesor a tiempo completo en los Estados Unidos ganó en promedio US$135 mil en 2012 -más que los jueces-. Cada año, seis nuevos graduados de Phd pelean por un puesto académico. Actualmente la verificación de experimentos ajenos no genera grandes avances en la carrera de un investigador. Y sin verificación, hay resultados dudosos que siguen confundiendo

La competencia también fomenta la exageración y la selección de los resultados. Para salvaguardar su exclusividad, las revistas líderes imponen altas tasas de rechazo: más del 90% de los manuscritos entregados. Los resultados más inesperados tienen las mayores chances de llegar a ser publicados. No es sorprendente que uno de cada tres investigadores conozca a algún colega que arregló un paper, haciendo cosas como excluir datos inconvenientes de los resultados. Y mientras más equipos alrededor del mundo trabajan sobre un problema, hay más posibilidades de que al menos uno caiga en la confusión honesta entre la señal de un descubrimiento genuino y la anomalía de un ruido estadístico.Las falsas correlaciones muchas veces quedan registradas en las revistas especializadas que buscan papers deslumbrantes. Si hablan sobre tomar vino, volverse senil o dejar que los niños jueguen a los videojuegos, pueden llegar también a las tapas de los diarios

En cambio, los casos en los que no se logra demostrar una hipótesis, muy rara vez son presentados para publicar y menos aún aceptados. Los “resultados negativos” ahora representan sólo el 14% de los papers publicados, mientras que en 1990 eran el 30 por ciento. Sin embargo, saber qué es falso es tan importante como saber qué es verdadero. La falta de publicación de los fracasos hace que los investigadores gasten dinero y esfuerzos explorando callejones sin salida que ya fueron investigados por otros científicos que no publicaron sus investigaciones

El sagrado proceso del referato (evaluación anónima de expertos de una investigación) tampoco es tan bueno como parece. Una importante revista médica envió a varios especialistas una investigación, avisándoles que era una prueba. La mayoría de los investigadores no identificó los errores que la revista había puesto a propósito. 
Todo esto parecen ser fundamentos débiles para una actividad dedicada a descubrir la verdad del mundo. ¿Qué se puede hacer para mejorarla? Una prioridad tendría que ser que todas las disciplinas sigan los ejemplos de aquellas que han endurecido sus estándares. Un inicio sería entender las estadísticas, especialmente en el número de campos cada vez mayor que revisan cantidades enormes de estadísticas buscando patrones. Los genetistas lo hicieron y volvieron un cúmulo de estadísticas engañosas en un pequeño número de datos realmente significativos

Idealmente los protocolos de investigación deberían estar registrados en forma previa y ser monitoreados digitalmente. Esto disminuiría la tentación de tocar el diseño del experimento para que los resultados parezcan más sólidos de lo que son (se supone que esto ya ocurre en las pruebas clínicas de drogas, pero el cumplimiento es débil). Donde sea posible, los datos de las pruebas también deberían ser abiertos para que otros investigadores puedan revisarlos y probarlos

Las revistas más avanzadas ya son menos reticentes a publicar papers rutinarios. Algunas agencias de gobierno que financian investigaciones, incluyendo los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos, que da US$ 30 mil millones para investigaciones cada año, están trabajando en cómo fomentar la replicabilidad para lograr solidez. Y un número cada vez más grande de científicos, especialmente los jóvenes, entienden las estadísticas. Pero esta tendencia tiene que ir mucho más allá. Las revistas especializadas tendrían que dedicar un espacio especial a trabajos “no interesantes”, y quienes entregan becas deberían destinar parte de sus fondos a financiarlo. Los sistemas de referato deberían ser endurecidos, o quizás terminar con ellos y reemplazarlos por evaluaciones post-publicación con comentarios incluidos en los apéndices. Ese sistema ha funcionado bien en los últimos años en ciencias como la Física y la Matemática. Por último, quienes diseñan las políticas deberían asegurar que las instituciones que reciben fondos públicos también respeten las reglas. 

Todavía hay un enorme respeto por la Ciencia. Pero su estatus privilegiado está fundado en su capacidad de tener la razón la mayoría del tiempo y de corregirse cuando se equivoca. No faltan misterios genuinos para mantener a generaciones de científicos ocupados. Las falsas pistas que dejan las investigaciones poco rigurosas son una barrera imperdonable al conocimiento. 


Publicado originalmente en The Economist. Publicado en español en Chequeado.com.

martes, 12 de noviembre de 2013

La cuestión transgénica


Desde hace años que un viejo caballito de batalla de Greenpeace y otras organizaciones similares son los alimentos transgénicos. Como alimento transgénico entendemos a "aquellos que fueron producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho de otra forma, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir las características deseadas" (definición de Wikipedia).

Esta gente señala las (supuestas) consecuencias negativas de los transgénicos y despotrican en su contra hablando de multinacionales, concentración de la tierra, persecución a campesinos, etc. Todo eso es muy noble y desde este blog adhiero a esa causa. No seré yo quien defienda a Monsanto o Cargill.

Pero ese tipo de críticas al manejo empresarial no implica necesariamente criticar a la biotecnología para los alimentos. El alimento transgénico en si no es malo, siempre y cuando sea bien empleado. Por ejemplo, el famoso arroz dorado con beta-caroteno, traducido en el organismo en Vitamina A que puede ayudar a combatir la ceguera sobre todo en niños. Este producto hace años viene boicoteado por Greenpeace y su salida viene siendo postergada, a pesar de todos los estudios científicos que confirman su efectividad.

También la FAO recomienda el uso de transgénicos para combatir el hambre y la OMS también se ha manifestado a favor de este tipo de alimentos siempre y cuando hayan sido debidamente investigados. El consenso científico actual apoya el uso de transgénicos, sin por eso dejar de recomendar seguir con las investigaciones para paliar cualquier eventual riesgo.

Si puedo llegar a coincidir con el reclamo de que las empresas adviertan en los envases de sus productos si está genéticamente modificado o no. Pero es un círculo vicioso. ¿Para qué publicar eso si les hacen tan mala prensa?

Por tanto, desde este blog partidario de la investigación científica, se apoya todo progreso sobre la biotecnología en alimentos. Como se la aplique y quien la aplique es otro tema. Pero la investigación no debe detenerse. Y es necesario también informar a la población que los transgénicos no son enemigos.