domingo, 8 de diciembre de 2013

La Virgen: Realidad, leyenda y mitología


El Día de la Inmaculada Concepción es un buen momento para recapitular información con respecto a la Virgen María. Este personaje es clave en la fe cristiana, sobre todo en la católica. Su figura representa cabalmente a la mitología cristiana. Por empezar una aclaración: La Inmaculada Concepción no hace referencia a la concepción de Jesús, sino a la de María. Según la doctrina católica María también nació pura y sin pecado.

A pesar de la central importancia que tiene en la doctrina cristiana, la virgen es nombrada muy pocas veces en la Biblia. De los evangelios solo Mateo y Lucas recogen el relato de la concepción virginal de Jesús y su nacimiento (aunque con matices diferentes). Marcos y Juan no hacen ninguna referencia al hecho de que Jesús haya nacido de una virgen. Este último recoge un relato de Jesús haciendo el milagro de transformar agua en vino con María presente (Juan 2).

En otras oportunidades el propio Jesús le quita mérito a su madre. Considera que su verdadera familia ("mi madre y mis hermanos") son sus seguidores (Mateo 12:46-50) y afirma que quienes obedecen la Palabra de Dios son más benditos y bienaventurados que incluso su propia madre (Lucas 11:27-28).

Finalmente María aparece presenciando la crucifixión de su hijo (Juan 19:25) y su posterior ascensión (Hechos 1:14). De ahí en más no vuelve a ser nombrada en el Nuevo Testamento. Y de hecho los escritores cristianos de los primeros siglos apenas la nombran. De hecho Pablo de Tarso, el primer teólogo y el autor de los primeros escritos del Nuevo Testamento, no la nombra en ninguna de sus epístolas y ni siquiera hace la menor referencia a una concepción o nacimiento virginal.

Realmente son muy pocas las ocasiones en las que se la nombra en comparación con la enorme importancia que tiene en la Iglesia Católica. ¿De dónde sale entonces tanta idolatría?

No hay que ser experto para darse cuenta que el origen de ese culto se encuentra en el sincretismo religioso. La mayor parte de las religiones de la antigüedad tenían dioses madres, esposa o madre del dios o los dioses principales. María cumple con ambas cosas: Es la madre del semidiós Jesús y también es nombrada reina.

Ideas como la Inmaculada Concepción de María, los relatos de su nacimiento y de sus padres, su perpetua virginidad (la Biblia habla de los hermanos de Jesús), su resurrección y ascensión a los cielos, su coronación como Reina de los Cielos. Todo eso no aparece en ningún lado del Nuevo Testamento ni de las tradiciones cristianas más antiguas. Son simplemente paganismo disfrazado. Se reemplazan los nombres de las antiguas diosas por el de María.

Incluso en el Antiguo Testamento se habla del culto la diosa mesopotámica Ishtar llamándola "reina del cielo" (Jeremías 7:18, 44:17-19), término bastante similar al de Reina de los Cielos que los católicos utilizan para la Virgen.

Todo esto sin dejar de lado que la misma narración de Jesús siendo concebido por una virgen ya es mitológica, un sincretismo que combina elementos del judaísmo con mitologías grecorromanas. Pero eso se verá en otro artículo.

En resumen, tenemos un caso de un relato mitológico, el de la concepción virginal de Jesús. Y posteriormente un culto pagano hacia la Virgen. Otra muestra más del sincretismo cristiano.

viernes, 6 de diciembre de 2013

El carácter provisorio del conocimiento científico


Muchas veces quienes descreen de la ciencia basados en ideas posmodernas anti-científicas aseguran que el conocimiento científico no es confiable por ser provisorio, por no ser perfecto y porque "lo que hoy se tiene como cierto puede ser demostrado erróneo mañana". De allí que se agarren de términos como falsabilidad o paradigmas y los usen fuera de contexto.

Por supuesto que quienes hablan en esos términos no tienen ni la menor idea de que como funciona la ciencia y solo buscan ponerla a la par de la religión o la superstición en una suerte de nihilismo extremo. De desconfiar no solo de los dogmas, sino también de los "dogmas" científicos. No es raro que mucha gente presuntamente progresista o de izquierda crea estas ideas tan nocivas y retrógradas.

Como es muy fácil caer en estas cosas es necesario aclarar algunos términos. El conocimiento científico es provisorio, es cierto. Pero es su mayor virtud por ser perfectible y no quedarse en falacias de autoridad. Todo el conocimiento científico que hoy circula en los ámbitos académicos es susceptible de ser refutado.

Esto quiere decir que "lo que hoy se tiene como cierto" mantiene ese estatus por haber sido confirmado experimentalmente. Pero si el día de mañana se logra demostrar que es erróneo o si se encuentra algún hecho para el cual las teorías vigentes no alcancen para explicar sencillamente se modifica. No hay una necesidad imperiosa de mantener el conocimiento científico como un dogma y que todo tenga que amoldarse al mismo. Si algo no se amolda entonces el conocimiento está quedando obsoleto y es hora de reemplazarlo.

Y no se reemplaza por otro dogma, sino por teorías que estén bien fundamentadas y que tengan la suficiente comprobación empírica. Los llamados paradigmas se construyen de forma racional. No se reemplaza un esquema de teorías porque si, ni se lo reemplaza por cualquier cosa. En los cambios tiene que primar la razón y la investigación.

En otras palabras, no hay nada más revolucionario que la ciencia. No hay dogmas. No hay verdades eternas. No hay falacias de autoridad. Todo se cuestiona, todo se pone a prueba, todo se comprueba mediante experimentos y observación. Existe revisión entre pares y cada conocimiento nuevo que se obtiene enriquece los conocimientos vigentes, ya sea para reconfirmarlos o rectificarlos.

Alguno dirá ¿pero entonces cómo podemos confiar en el mismo? Se puede y se debe confiar en el conocimiento científico vigente, claro que si. Porque hasta la fecha no ha sido superado. Y si no lo fue es porque no hay pruebas reales y empíricas que lo contradigan. Por lo tanto podemos confiar plenamente.

Por lo tanto, ni el conocimiento científico es dogmático ni tampoco es algo que se acepte porque sí. Es un esquema de conocimiento abierto y siempre dispuesto al cambio. Y no es "la verdad". Es sencillamente verídico.

martes, 3 de diciembre de 2013

Medicinas alternativas y legislación argentina


¿Qué se puede decir sobre la homeopatía, la magnetoterapia, la acupuntura, las flores de Bach y otras pseudomedicinas desde el punto de vista legal en la Argentina?

A pesar de que, en líneas generales, tienen buena salud (valga el juego de palabras) y que incluso muchos médicos las aprueban y recetan, lo cierto es que, legalmente hablando, no tienen sustento. Incluso se podría decir que son ilegales.

Al respecto vamos a las leyes nacionales que rigen en todo el territorio. La ley 17.132 de ejercicio de la medicina es muy clara al respecto:

ARTÍCULO 20: Queda prohibido a los profesionales que ejerzan la medicina:

Anunciar o prometer la curación fijando plazos;

Anunciar o prometer la conservación de la salud;

Prometer el alivio o la curación por medio de procedimientos secretos o misteriosos;

Anunciar procedimientos, técnicas o terapéuticas ajenas a la enseñanza que se imparte en las Facultades de Ciencias Médicas reconocidas del país;

Anunciar agentes terapéuticos de efectos infalibles;

Anunciar o aplicar agentes terapéuticos inocuos atribuyéndoles acción efectiva;

Aplicar en su práctica privada procedimientos que no hayan sido presentados o considerados o discutidos o aprobados en los centros universitarios o científicos reconocidos del país;

Practicar tratamientos personales utilizando productos especiales de preparación exclusiva y/o secreta y/o no autorizados por la Secretaría de Estado de Salud Pública;

Anunciar por cualquier medio especializaciones no reconocidas por la Secretaría de Estado de Salud Pública;

Anunciarse como especialista no estando registrado como tal en la Secretaría de Estado de Salud Pública;

Expedir certificados por los que se exalten o elogien virtudes de medicamentos o cualquier producto o agente terapéutico de diagnóstico o profiláctico o dietético;

Publicar falsos éxitos terapéuticos, estadísticas ficticias, datos inexactos o cualquier otro engaño;

Realizar publicaciones con referencia a técnicos o procedimientos personales en medios de difusión no especializados en medicina;


Otra ley, la ley 16.463 de medicamentos dice lo siguiente:

Artículo 3° - Los productos comprendidos en la presente ley deberán reunir las condiciones establecidas en la Farmacopea Argentina y, en caso de no figurar en ella, las que surgen de los patrones internacionales y de los textos de reconocido valor científico.

El titular de la autorización y el director técnico del establecimiento serán personal y solidariamente responsables de la pureza y legitimidad de los productos.


Los medicamentos homeopáticos no figuran en las farmacopeas tradicionales. Por eso arman Farmacopeas Homeopáticas. Y por supuesto que no tienen ninguna clase de reconocimiento en ninguna publicación científica. Esa misma ley en su artículo 19 establece que queda prohibido vender "productos impuros o ilegítimos" en farmacias.

Para finalizar no podemos dejar de citar al Código Penal, el cual dedica un capítulo entero a los delitos relacionados con la salud o la medicina. A continuación su transcripción, para que quede en claro como la pseudomedicina roza la ilegalidad:


ARTICULO 200. - Será reprimido con reclusión o prisión de TRES (3) a DIEZ (10) años y multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000), el que envenenare, adulterare o falsificare de un modo peligroso para la salud, aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de personas.

ARTICULO 201. - Las penas del artículo precedente se aplicarán al que vendiere, pusiere en venta, suministrare, distribuyere o almacenare con fines de comercialización aguas potables, sustancias alimenticias o medicinales o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo.

ARTICULO 201 bis. - Si como consecuencia del envenenamiento, adulteración o falsificación de aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales, resultare la muerte de alguna persona, la pena será de DIEZ (10) a VEINTICINCO (25) años de reclusión o prisión; si resultaren lesiones gravísimas, la pena será de TRES (3) a QUINCE (15) años de reclusión o prisión; si resultaren lesiones graves, la pena será de TRES (3) a DIEZ (10) años de reclusión o prisión.

En todos los casos se aplicará además multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000).

ARTICULO 202. - Será reprimido con reclusión o prisión de tres a quince años, el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas.

ARTICULO 203. - Cuando alguno de los hechos previstos en los artículos anteriores fuere cometido por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los deberes a su cargo, se impondrá multa de PESOS CINCO MIL ($ 5.000) a PESOS CIEN MIL ($ 100.000); si tuviere como resultado enfermedad o muerte se aplicará prisión de SEIS (6) meses a CINCO (5) años.

ARTICULO 204.- Será reprimido con prisión de SEIS (6) meses a TRES (3) años el que estando autorizado para la venta de sustancias medicinales, las suministrare en especie, calidad o cantidad no correspondiente a la receta médica, o diversa de la declarada o convenida, o excediendo las reglamentaciones para el reemplazo de sustancias medicinales, o sin la presentación y archivo de la receta de aquellos productos que, según las reglamentaciones vigentes, no pueden ser comercializados sin ese requisito.

ARTICULO 204 bis.- Cuando el delito previsto en el artículo anterior se cometiere por negligencia, la pena será de multa de PESOS CINCO MIL ($ 5.000) a PESOS CIEN MIL ($ 100.000).

ARTICULO 204 ter.- Será reprimido con prisión de UNO (1) a CUATRO (4) años y multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000), el que produjere o fabricare sustancias medicinales en establecimientos no autorizados.

ARTICULO 204 quater.- Será reprimido con multa de PESOS DIEZ MIL ($ 10.000) a PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000), el que teniendo a su cargo la dirección, administración, control o vigilancia de un establecimiento destinado al expendio, almacenamiento, distribución, producción o fabricación de sustancias medicinales, a sabiendas, incumpliere con los deberes a su cargo posibilitando la comisión de alguno de los hechos previstos en el artículo 204.

ARTICULO 204 quinquies: Será reprimido con prisión de SEIS (6) meses a TRES (3) años el que sin autorización vendiere sustancias medicinales que requieran receta médica para su comercialización.

ARTICULO 205. - Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia.

ARTICULO 206. - Será reprimido con prisión de UNO (1) a SEIS (6) meses el que violare las reglas establecidas por las leyes de policía sanitaria animal.

ARTICULO 207. - En el caso de condenación por un delito previsto en este Capítulo, el culpable, si fuere funcionario público o ejerciere alguna profesión o arte, sufrirá, además, inhabilitación especial por doble tiempo del de la condena. Si la pena impuesta fuere la de multa, la inhabilitación especial durará de un mes a un año.

ARTICULO 208. - Será reprimido con prisión de quince días a un año:

1º El que, sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare o aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aun a título gratuito;

2º El que, con título o autorización para el ejercicio de un arte de curar, anunciare o prometiere la curación de enfermedades a término fijo o por medios secretos o infalibles;

3º El que, con título o autorización para el ejercicio de un arte de curar, prestare su nombre a otro que no tuviere título o autorización, para que ejerza los actos a que se refiere el inciso 1º de este artículo.