Son tiempos en la Argentina de reformas legales importantes. Estamos debatiendo la reforma al Código Civil y su unificación con el Código Comercial.
Más allá del debate político y social al respecto de las reforma hemos visto recientemente otra vez a las injerencias de la Iglesia en la política. Acaso envalentonados por su socio en el Vaticano los curas locales expresaron su preocupación por los dos principales puntos de conflicto del proyecto: La fertilización asistida y el divorcio.
Con respecto a los métodos de fecundación, el proyecto incluye en el Código y regula la fertilización asistida y la gestación post-mortem. Pero por presiones de la Iglesia se quitó del proyecto la "Gestación por sustitución", es decir, el alquiler de vientres.
"La maternidad y la paternidad quedarán desfiguradas con la denominada voluntad procreacional. Se legitima, por un lado, la promoción del alquiler de vientres que cosifica a la mujer y, por otro, el congelar embriones humanos por tiempo indeterminado pudiendo ser estos descartados o utilizados con fines comerciales y de investigación" argumentan los curas haciendo gala de su tradicional y retrógrada visión de las cosas. La defensa de "la familia" y también la negativa a que los embriones sean usados para la investigación, olvidando que esas investigaciones pudieran servir en el futuro para mejorar la salud.
El otro aspecto ríspido fue el de los divorcios. La Iglesia se opuso al llamado "divorcio express", que puede ser solicitado por uno de los cónyugues y sin un mínimo de tiempo necesario antes de realizar el trámite. La Iglesia protestó, pero igualmente salió.
Por último, se reitera la definición de "existencia" a partir de la concepción, una declaración retrógrada que coincide con la Constitución. Sin embargo, en los casos de fertilización asistida, se considera "persona" a partir de la inseminación, lo cual es otro revés a los intereses eclesiásticos. De todas maneras fue un retroceso la modificación del artículo 57 que si permitía las prácticas en embriones que pudieran evitar trastornos genéticos.
Celebramos desde aquí que no se tome en cuenta al lobby de los curas, aunque alertamos también que el hecho de haber cedido en una cosa pueda ser precedente para ceder en otras. Esperamos que el alquiler de vientres finalmente sea incluido.
ACTUALIZACIÓN 21/11
Un retroceso: Se va a considerar persona desde el estado embrionario aún en los casos de los no implantados. Esto no hace más que generar ambigüedades y malos entendidos. Por otro lado, el lobby católico está más fuerte que nunca con el nuevo Jefe de Gabinete, un anti-abortista y homofóbico confeso.
ACTUALIZACIÓN 21/11
Un retroceso: Se va a considerar persona desde el estado embrionario aún en los casos de los no implantados. Esto no hace más que generar ambigüedades y malos entendidos. Por otro lado, el lobby católico está más fuerte que nunca con el nuevo Jefe de Gabinete, un anti-abortista y homofóbico confeso.
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