domingo, 22 de septiembre de 2013

Cambiar para que nada cambie


Las recientes declaraciones de Francisco sobre homosexuales, aborto y divorciados causaron revuelo. Tal parece ser que finalmente la Iglesia Católica va a dejar de ser reaccionaria.

Entiendo que muchas personas vean en estos gestos del Papa una suerte de apertura a los nuevos tiempos. Pero en mi humilde opinión está lejos de ser así.

Con esas frases el Papa solo dice que las personas no deben juzgar y que no se tiene que cerrar las puertas para los pecadores. Y nada más. No es nada diferente a lo que dice la Biblia o el catecismo de que la gente para aceptar a Cristo y recibir la vida eterna debe "arrepentirse" aún de hechos que son "pecado" pero que no afectan a terceros.

La Iglesia Católica (y el cristianismo en líneas generales) sigue creyendo que los homosexuales que cometan actos homosexuales (!) irán al infierno. Esa es su doctrina. Y no cambiará. Esa moral es repugnante y por más "apertura" que haya mientras no se cambie seguirá siendo igual de reaccionaria y contraria al progreso.

Con el tema del aborto es similar. El Papa llama a no juzgar a la mujer que abortó, pero nada dice de siquiera permitir el debate. El aborto siempre será un pecado, algo inmoral y algo que debe estar prohibido.

Dice que estos temas no pueden ser fundamentales. Que la iglesia no puede andar hablando solamente de esas cuestiones. Bien, pero por más que no hablen tanto siguen pensando igual y siguen con un lobby permanente en los gobiernos para evitar todo tipo de cambio progresista en nuestras sociedades. Y el actual Papa de eso sabe, ya que cuando todavía era el obispo Bergoglio no dejaba de manifestarse en cuanto podía en contra de la homosexualidad, el aborto, la educación sexual y las políticas de reproducción responsable.

Cambiará la forma de hablar, pero el discurso siempre será el mismo: La sujeción a principios morales de la Edad Media como requisito para ir al paraíso. Ellos no juzgarán, pero el juicio de Dios a esos pecadores no difiere del juicio de ellos.

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